Ya nadie se plantea las ventajas de internet. Muchas gestiones para las que antes teníamos desplazarnos ahora podemos hacerlas cómodamente sentados en el sofá de nuestra sala de estar. Abrir un depósito bancario, consultar las noticias o pedir comida a domicilio está a la distancia que separa nuestra mano del iPad.
El componente clave para ello es el acceso a la red. Hay muchas opciones y tengo experiencia con algunas de ellas. En casa empecé con los modem sobre la línea telefónica convencional. Después pasé al ADSL, donde podría contar mis problemas con determinado operador. Y actualmente tengo fibra óptica (FTTH). También uso el móvil para datos desde que la tecnología 3G está disponible.
Para regocijo de las compañías de telecomunicaciones, todos estos accesos suponen un coste para mi bolsillo. El caso del móvil me ha supuesto verdaderos dolores de cabeza estudiando las tarifas de las distintas operadoras para saber cuál se adecúa mejor a mi perfil de consumo. ¡Si hasta uso su jerga!
Vaya por delante que ni trabajo, ni tengo acciones de Telefónica. Pero esta nueva oferta es un gran alivio en mi caso. Sólo he tenido que realizar la portabilidad del móvil porque ya tenía la fibra con Movistar. Ahora queda esperar que cumplan lo prometido y no haya sorpresas en la facturación.